(López Martí, 2018) Las distancias entre las galaxias son muy grandes, pero no tan grandes comparadas con su tamaño: tan solo unas pocas veces mayor. Debido a esto, las colisiones entre galaxias ocurren a menudo. La forma de las galaxias cambia notablemente después de estas colisiones, como se muestra en la Figura 7. Las dos galaxias pueden juntarse e incluso formar una galaxia más grande. Las galaxias elípticas gigantes se encuentran normalmente en el centro de los cúmulos galácticos, que son zonas de gran actividad y colisiones.
Las estrellas dentro de cada galaxia no chocan porque la distancia entre ellas es de cientos o miles de millones de kilómetros entre ellas, que es mucho más grande que el tamaño de las estrellas; así que por esta misma razón cuando dos galaxias chocan las estrellas pasan sin colisionar entre ellas, aunque sus órbitas se modifiquen radicalmente. Por el otro lado, las nubes de gas en las galaxias tienen un tamaño mucho mayor que el de las estrellas, por lo que es más probable que sí choquen con las nubes de la otra galaxia cuando estas colisionen. Como consecuencia de ello las nubes se comprimen y colapsan formando muchas estrellas en un corto período de tiempo. Este proceso en las galaxias se denomina brote estelar.
López Martí, B. &. (2018). Galaxias. CESAR – ESA. Obtenido de https://cesar.esa.int/upload/201809/galaxias_booklet.pdf